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Jafra es un antiguo despoblado alojado en el Parque Natural del Garraf, en el termino municipal de Olivella. Este pueblo conserva algunas estructuras entre las que encontramos la casa del barón de Jafra, la de los criados, la iglesia de Santa María de Jafre junto a su rectoría y el cementerio. Estas construcciones forman parte del Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Cataluña.

En 1143 Ramon Guillem lego el pueblo de Jafre a su hijo Pere y en 1332 ya se hace alguna denominación al Castillo de Jafre (pueblo e iglesia pasaron a pertenecer al monasterio de Sant Cugat).

En 1819 Jafre se incorpora definitivamnete al pueblo de Olivella. La economía tradicional de la cuadra de Jafra se basaba en leña y algún ganado, aunque también se intensifica el cultivo de viñas hacia el siglo XVII. En 1820 tenía 83 habitantes y en 1960 se quedó con 19.

Jafra ha atraído a muchos amantes de lo paranormal por albergar un pozo donde el hijo no deseado de la baronesa de Jafra murió ahogado.

Desde el termino municipal de Olivella, podemos llegar al primer monasterio budista de Cataluña, fundado en 1996 y que conquista el corazón de el Parque Natural del Garraf.