En la antigua Nínive, una de las ciudades más importantes de la Antigua Mesopotamia se halló lo que pudiera ser una especie de lentes para ver.

Plinio el Viejo, historiador de la antigüedad, nos habla en sus crónicas que a Nerón le gustaba ver la lucha de gladiadores a través de una esmeralda; pero seguramente sería para ver la lucha con unos matices de colores diferentes, más que por cuestión de visión.

No se sabe con precisión si sus recomendaciones se llevaron a la práctica o no, pero dejó el “Opus Majus” (1268), que ayudaría a los monjes a fabricar sus “piedras para leer”. También contribuirían los tratados de óptica árabe y las teorías del matemático Alhacén en el quehacer de los monjes.

Mientras, en Murano los artesanos del cristal avanzaban mucho y hacían “piedras para leer” muy profesionales. Aunque se suponía que los artesanos de Murano no podían revelar sus secretos, se fueron conociendo por toda Europa, y en el año 1438, se creó el primer gremio en Alemania.

Por otro lado, un documento que habla de manera oficial sobre las gafas, tendría lugar en la ley que se dictó en Venecia en 1301

Más allá de esto y de otras anécdotas los historiadores concluyen que las primeras gafas se realizaron en los monasterios durante los siglos XIII y XIV. En esta época hay que destacar, sin duda, al filósofo y teólogo franciscano Roger Bacon, aficionado a la óptica. En sus escritos recomienda el uso de gafas para las personas con vista débil y para los ancianos.

1. En el siglo XIV los artesanos de Murano montaron las primeras gafas en metal y cuerno.

2. En el siglo XVII se introdujo el puente flexible y en España el uso de cintas para sujetarlas.

3. En 1730 se introduce la patilla, dotándolas de un aspecto más actual.

4. 1890 las patillas se amoldan a las orejas.

5. En 1920 tienen su aparición las gafas redondas con montura de concha. Fueron muy populares entre los intelectuales de la época.

6. En 1930 la posición superior de las patillas facilita el campo visual inferior.

7. En 1980 aparecen los primeros cristales orgánicos, mucho más ligeros.